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crítica EARTH TO ECHO

Esto es los que los críticos llamarían ‘guion realizado por un chico de 9 años’… o de 8 años, tal vez. Un experimento que es lo suficientemente listo para adentrarse de manera nerd a la cultura cinematográfica de los Estados Unidos, pero nada más. Al menos Luc Besson, como diría también un crítico, se dedicó a ser más exagerado que los propios estadounidenses y logra constantes taquillas, pero ‘Earth To Echo’ parece ser otro invento Pop horrendo directo al fracaso.

Denle un crédito: intentó ser algo. Utilizando la técnica de ‘The Blair Witch Project’ que ha inundado la materia de terror de los últimos plazos, ‘Earth To Echo’ se la apropia filmando desde una zapatilla hasta el movimiento de la caída de la cámara al suelo, o los demás movimientos de shaky camera que son protocolos en esta técnica mockumentary; pero en pocos momentos se olvida de usar la misma cámara para generar una secuencia de tensión (se supone, que ese es el principal motivo de la existencia de esta técnica tan próxima). Pero si uno obvia esto, ‘Earth To Echo’ reitera ideas ya exploradas de los años 90; todo el grupo de chicos de la secundaria básica (o de la primaria) con su ridiculeces del colegio, sus artilugios tecnológicos, su goma de mascar (o refresco) y a la búsqueda de una aventura sobrenatural (preferentemente alienígena) es un residuo que se ha visto en muchos programas de televisión infantiles olvidables que intentaban capitalizar la magia del cine de los años 80 (imagine que esta película podrían haberla emitido en Disney Channel en los 90-principios del 2000 o formar parte de un episodio de Jimmy Neutron, y se dará cuenta de lo que decimos), Es bastante parecido al problema de ‘Chicken Little’ que concibe una sustancia similar anclada en los 90, o incluso con un esfuerzo de la imaginación podría haber sido parte de alguna de las aventuras de la serie ‘Lizzie McGuire’ (aunque con un tono mucho menos alienígena). Significativamente este filme solo posee un poster promocional como única señal de modernidad, que es una reformulación ecológica entre ‘Wall-E’ y ‘Frozen’.

MCG FUENTE