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Estrés y mala alimentación, detrás de la pérdida de cabello

Experta señala que el estrés, las afecciones dermatológicas, los malos hábitos alimenticios y la predisposición genética son los principales detonantes de la pérdida del cabello

El estrés, las afecciones dermatológicas, los malos hábitos alimenticios y la predisposición genética se ubican como importantes detonantes de la pérdida de cabello, señaló la dermatóloga Ana Rosa Alvarado Rivas.

La experta adscrita al Hospital General de Zona 14 del IMSS en Jalisco agregó que la alopecia, que es la pérdida anormal del cabello y se puede convertir en calvicie, es un problema que ataca a mujeres y hombres, no sólo focalizado en el cuero cabelludo sino en otras zonas con presencia de pelo.

Añadió que el ciclo capilar tiene tres fases; la primera donde crece mucho llamada anágena, la catágena en donde no crece pero tampoco se cae y la última que es la telógena en la cual se cae normalmente.

Indicó que estas fases tienen cierta duración según el género: «en el caso de las mujeres la anágena dura de seis a ocho años y en hombres de dos a tres años, la fase catágena dura tres semanas y la telógena de tres a seis meses por igual».

Afirmó que todos los días se cae cabello, por lo regular 100 diarios en promedio, sin embargo, si la persona empieza a observar exceso de pelo en la almohada, al terminar de bañarse o al cepillarse, o bien, si notan las llamadas entradas tanto en la parte frontal como trasera de la cabeza, se considera ya una pérdida de cabello considerable, es decir, alopecia.

Subrayó que el estrés es uno de los principales detonantes de la pérdida excesiva de cabello, debido a que cuando la persona está estresada, se liberan sustancias que entre otros efectos, irritan el folículo piloso y en consecuencia se facilita la caída del cabello.

Resaltó que la dermatitis seborreica, por su parte, debido a la presencia del hongo que la produce (pityrosporum ovale) desarrollan también pérdida importante de cabello debido a producción excesiva de grasa característica de la afección.

Destacó que para establecer la severidad de la alopecia, existen escalas «y como ejemplo es que en el caso de los varones, cuando ya hay entradas prominentes se denomina patrón de Hamilton, mientras que en las mujeres es el patrón de Ludwig».

«Normalmente, el patrón de Hamilton tiene siete subdivisiones, y se consideran las primeras dos como normales, siendo a partir de la tercera, cuando se habla ya de pérdida importante de cabello y se traza una línea imaginaria desde la base de implantación de la oreja hacia la parte de arriba, entonces son visibles las entradas.

Apuntó que la edad es un factor importante a considerar en quienes desarrollan alopecia, porque si se trata de varones de menos de 35 años, el problema se conoce como alopecia androgenética prematura, la cual constituye un marcador no tradicional de riesgo elevado a enfermedad cardiovascular.

Precisó que en el caso de las mujeres que presentan alopecia, otros factores detonantes incluyen uso de tintes, acondicionadores y hasta el tipo de peinado, «existe una prueba llamada tracción del pelo para diagnosticar esta condición».

Detalló que consiste en tomar un mechón de pelo seco y jalarlo, si se sacan cinco cabellos o más se considera un caso positivo a alopecia, y es una pérdida de pelo patológica.

Manifestó que la prevención de la alopecia, requiere desde buenos hábitos alimenticios, «es decir, suficiente cantidad de frutas, verduras y agua en la dieta, hasta el control del estrés».

«Si las personas piensan que con utilizar champú para crecimiento de cabello va a evitar que éste se caiga, esto no sucederá si continúa bajo estrés intenso y permanente o si fuma, toma, se desvela y en general tiene malos hábitos», apuntó.