Jimenezvivo
The Knick, la medicina más sangrienta de 1900
En esta época de esnobismo televisivo en que somos incapaces de alabar siquiera aquellas ficciones que además de cumplir su función comercial pueden tomarse ciertas licencias creativas (véase The Good Wife), la única manera de hacer ruido es si un buen cineasta dirige tu serie o si un actor de Hollywood la protagoniza (véase House of Cards). Cinemax, la filial adrenalítica de HBO que creó Banshee, se lo ha tomado al pie de la letra y ha fichado a Steven Soderbergh y Clive Owen para su puesta de largo de cara a los críticos con The Knick, un drama médico más que particular.
El pasado agosto (llegará pronto a Canal + Series, y ya tiene una segunda temporada en el horno) se estrenó la que se ha convertido en un pequeño fenómeno estival, sobre todo gracias al patrocinio audiovisual de Steven Soderbergh (Erin Brockovich, Ocean’s Eleven), que repite en televisión tras la tvmovie Behind the Candelabra, triunfadora en los Emmy de 2013. Es la vuelta de tuerca formal y el tono extremo y contemporáneo que consigue el realizador lo más interesante de The Knick, creada por Jack Amiel y Michael Bleger, que por lo demás se limita a pulir un antihéroe cualquiera.
El doctor House, en la Nueva York de 1900
Él es John W. Thackery, a quien da vida Clive Owen (Closer, Hijos de los hombres), adelantado cirujano del The Knickerbocker, un hospital de indigentes e inmigrantes que existió en la Nueva York del año 1900. Entre esas sucias habitaciones y quirófanos el protagonista investiga algunos de los métodos científicos más arriesgados de entonces, opuestos a la tradición médica inmovilista en una época en que el hombre medio no superaba los 47 años de edad. The Knick es adictiva y enigmática en su curioso y adictivo tratamiento de la ciencia, rescatando su parte más sangrienta, desagradable y realista.
Pero todos los genios tienen sus fantasmas, y Thackery no podría ser menos, aunque los suyos, que hemos visto en series como House o en películas como la Sherlock Holmes de Guy Ritchie, no son para nada originales a estas alturas de la película. El que interpreta Clive Owen es un doctor adicto a la cocaína, un vicio que puede ponerle en evidencia delante de su equipo de cirujanos, asiduo a los burdeles de la voluble metrópoli de principios del siglo XX, y tremendamente racista, lo que le pone en contra de un talentoso compañero. ¿Algo nuevo bajo el sol? Desde luego lo es su propuesta audiovisual.
Una apuesta documental y enigmática
The Knick es mucho más que un desagradable protagonista que en los primeros capítulos se queda a medio hacer y no acaba de conectar, ni para bien ni para mal. Narrada con ese pulso dinámico y digital de Soderbergh (que recuerda a la película Enemigos públicos, de Michael Mann, o a Pétalo carmesí, flor blanca, la miniserie fenómeno de BBC de 2011), y con la banda sonora contemporánea de Cliff Martínez, la serie de Cinemax es una manera ágil, intuitiva y documental de acercarse a la investigación de la primera medicina quirúrgica y al cruel negocio que se hizo de ella.
¿Se convertirá The Knick en la nueva House of Cards, que puso a la plataforma online Netflix en el mapa de la nueva televisión con el aval de David Fincher y Kevin Spacey hace un par de años? Por lo pronto, Steven Soderbergh, que manifestó haberse alejado del cine por las posibilidades que ofrece la televisión, se ha hecho cargo de todos los episodios de la serie, llamando la atención sobre la cadena con un producto más que decente. Si The Knick resulta un triunfo entre la crítica o en las próximas entregas de premios está por ver, pero ya es una de las apuestas más originales e interesantes del año.
M CG FUENTE