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Estafan a México, China y Holanda con falsos detectores de bombas

 

LONDRES, Reino Unido, ago. 22, 2013.- Por más de 13 años el británico Gary Bolton se presentaba como un respetado caballero y hombre de negocios.

Bolton, de 47 años de edad, acumuló una fortuna de casi 70 millones de dólares  vendiendo detectores antibombas totalmente falsos para  numerosos gobiernos alrededor del mundo desde China hasta Holanda.

Las fuerzas federales de México también estaban entre los engañados. Agentes mexicanos bautizaron el aparato como la ‘Ouija del Diablo’. México compró mil 112 de estas ‘Ouijas’.

Bolton insistía, que estos aparatos, llamados como ‘GT-200’ contaban con una capacidad de detectar explosivos, drogas, tabaco, marfil y hasta dinero en efectivo.

En realidad eran simples cajas de plástico con pequeñas antenas absolutamente inútiles.

El verdadero costo de cada  aparato ‘GT-200’ fue de sólo 3 dólares. El estafador británico los vendía por 23 mil dólares.

En la central Corte Criminal de Londres, el juez británico Richard Hone calificó el aparato  de Bolton como una farsa y porquería, y lo sentenció a siete años de prisión.

“Pienso que Gary Bolton, ha dañado la reputación de toda la industria británica de seguridad en el mundo entero. Tuvimos una buena reputación, estamos vendiendo equipo alrededor del mundo, y es equipo de calidad. Debido a Bolton, ahora la gente es sospechosa”, dijo Andrew Penhale, experto en delitos de fraude.

Bolton no actuaba sólo: desde el año dos mil  su socio era otro estafador inglés, James McCormick, quien hizo una fortuna de 80 millones de dólares vendiendo otro detector falso, ADE-651. McCormick vendió estos artefactos, que sólo podían encontrar pelotas de golf, a los servicios de seguridad en Irak, Afganistán, y también a los gobiernos de Colima y Sinaloa en México.  El pasado mes de mayo  McCormick fue sentenciado a 10 años de cárcel.

En abril del 2014 Bolton tendrá que regresar a la corte londinense: se espera que toda su riqueza sea confiscada, para recompensar al menos parcialmente a las agencias estatales engañadas en varios países.