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EDITORIAL SEMANAL DE ANTONIO CANO: DECRETO MEXICANO (SEGUNDA PARTE)

Nos han hecho creer que no podemos cambiar, que no podemos soñar, que no podemos verdaderamente progresar, pero este mundo ¡¡ CLARO QUE PUEDE SER MEJOR!! Las esperanzas irrealizables y los sueños irracionales salgan de nuestro camino; nuestra indiferencia y apatía finalice. Necesitamos valor para decir sí a la sinceridad y no a la doblez.

Nada justifica que vivamos con menor dignidad y 53 millones de pobres, eso es una vergüenza y una pena. No es ignorando como mejor se avanza, no seamos unos escandalizados que finalmente solo critiquemos y no hagamos nada. Los hombres de mala voluntad o de voluntad cobarde jamás han logrado la paz o la prosperidad. Hay que resolver verdaderamente los problemas; debemos pasar del asistencialismo, de los engaños, de las cobijas, despensas contaminadas y dinero en efectivo a pasar a las acciones que regeneran que recuperan, que restauran, que reinventan, que reimaginan, reconfirman y construyen una vida nueva. La entrega de dádivas sólo denota pobreza de cultura, sólo perpetua la incapacidad de la gente, tales necesidades deben institucionalizarse y darle seguimiento, eso es una obligación. El problema de la incapacidad de las gentes debe ser combatido desde las causas y el origen, no mitigando sus efectos.

México necesita de ciudadanos dispuestos a rifársela con todo por la patria. La política no cambia repudiándola sino incrustándonos en ella. El verdadero progreso estriba en esforzarnos al máximo de nuestra capacidad. ¡¡ DÉ INICIO LA POLÍTICA SOCIAL DE ALTO IMPACTO, LA LUCHA POR LA FELICIDAD DE TODOS Y POR EL BIENESTAR COMÚN!! Ese es el verdadero trabajo de los políticos producir grandeza y paz en los demás; eso es la gran cosa y representa muchísimo más que dar dinero.

Tenemos que curar la parálisis social; mejorar nuestra ADN y nuestra libertad. Cualquier patrón de comportamiento pude ser modificado con los hábitos. Potenciemos una nueva ideología política, vamos a demostrar que estamos vigilantes y preparados. El futuro nos pertenece, debemos cultivar nuestra capacidad de reforzarnos y arder por

mejorar nuestra Patria. Seamos patriotas prestos en buscar el bien y la felicidad de todos.